Si bien existen leyes de igualdad salarial en los libros en los Estados Unidos y en Arizona, todavía existe una brecha salarial significativa de género y raza. Dependemos constantemente de las mujeres trabajadoras, que a menudo también tienen cuidado de niños y otras tareas no remuneradas, y debemos asegurarnos de que estamos tomando medidas para compensarlas por su trabajo.  Especialmente durante la pandemia, muchas mujeres y otras personas de color experimentaron una disminución en el trabajo de tiempo completo durante todo el año. Las fuentes indican que la brecha salarial de género ha empeorado en Estados Unidos y en todo el mundo , y que la diferencia salarial es más pronunciada para las mujeres de color .  

En comparación con el punto de referencia de sus homólogos blancos y masculinos, muchas de estas mujeres podrían trabajar en diferentes industrias, tener diferentes horarios de trabajo o años de experiencia, lo que podría explicar una diferencia en la compensación. Sin embargo, también hay cuestiones fundamentales en el centro del asunto, como los prejuicios históricos, culturales, sociales y sistémicos y la discriminación que impiden que las mujeres y las personas de color tengan la misma remuneración.

Las mujeres de color están sobrerrepresentadas en la fuerza laboral de bajos salarios. Muchas mujeres trabajadoras de color están en trabajos de cuidado o servicio cuyas horas son lo suficientemente flexibles para adaptarse a otras formas de trabajo y deberes no remunerados, como el cuidado de los niños y el hogar, que asumen de manera desproporcionada. Y, por supuesto, estos trabajos a menudo no brindan atención médica u otros beneficios. Si bien la educación puede ayudar, todavía existe una brecha salarial de género en todos los niveles de educación en comparación con sus contrapartes masculinas.

A este ritmo, los economistas predicen que las mujeres negras e hispanas de los Estados Unidos tardarán literalmente cientos de años en alcanzar la paridad salarial. Hay muchos pasos que podemos tomar a nivel federal, estatal y local para ayudar a impulsar la legislación que puede ayudar a cerrar la brecha. Necesitamos más políticas que hagan cumplir las protecciones de igualdad salarial. Las leyes locales, como aquellas que restringen a los empleadores de basar el pago en el historial laboral, que exigen que los empleadores publiquen los rangos de salario para un puesto y que exigen que se informen los datos de pago, podrían ayudar. También se aplican otras políticas, como mejorar la licencia familiar y médica pagada o proporcionar cuidado infantil asequible. Deberíamos trabajar para encontrar formas de mejorar el salario y la calidad del trabajo para todos con la negociación colectiva, organizando y ampliando las protecciones sindicales. En última instancia, debemos encontrar formas de enfrentar las desigualdades profundamente arraigadas de nuestra sociedad, ya sean racismo, sexismo, desigualdades económicas u otras.